Caimanes en el parque de Isabel La Católica


Hay una forma poderosa y estática de viajar: la imaginación. No tiene ningún límite, no es necesario ningún visado, ni pasaporte, ni esperas eternas en los aeropuertos. La imaginación no necesita casi nada, pero le podemos ayudar un poco. Como con una fotografía como esta.

De paseo por el parque de Isabel La Católica, quién podría decir que no estamos atravesando las aguas del Amazonas o del Orinoco en una pobre canoa, sorteando los caimanes que se intuyen a nuestro lado, en busca de una torre de oro levantada por un pueblo indígena que nunca ha visto a un europeo. La vegetación se va cerrando frente a nosotros.  

Y todo al lado de casa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario