El retroceso de la civilización


El tempolo de Apolo en Dídima fue uno de los restos romanos más impresionantes de los muchos que vimos en nuestro viaje a Turquía. Solo quedaban un par de columnas levantadas, pero lo suficiente, con el soporte del templo, como para hacerse una idea del tamaño de aquel edificio grandioso. Y de repente veo aquellas sombras cruzando ante las gradas que subían al templo. Era inevitable pensar que, como mucho, la civilización no había avanzado nada, si dos mujeres tenían que ir así vestidas en pleno siglo XXI, como dos sombras. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario