En la plaza de la Revolución, sin tráfico

Era un día de calor asfisiante en La Habana. Lo que más me llamó la atención de aquel lugar fue que casi no pasaba ningún coche, con la cantidad de carriles que había. También me sorprendió que decoraran las paredes de los edificios con el rostro de dos personas. Una de ellas supe que era el Che Guevara, del que es imposible no oír hablar si se va a Cuba. 

En el extremo sur de África

Es muy emocionante estar en un lugar geográfico extremo. El viaje en coche desde Ciudad del Cabo hasta el Cabo de Buena Esperanza fue muy bonito, porque casi todo el rato estás dentro de un parque natural, pura naturaleza. Recuerdo muy bien el fuerte viento que hacía y la mar muy encrespada. Además vimos una reserva de pingüinos y cómo se movían y respiraban las ballenas dentro del mar. Y la arena de las playas, que era muy fina y blanca. 



El laberinto de la catedral de Chartres


Fue increíble cuando fuimos a ver el laberinto que estaba en la catedral y resulta que estaba pintado en el suelo. Fue gracioso, porque como estaban las sillas puestas nos costó encontrarlo. En realidad, no se ve muy bien si no es desde lo alto. Nos imaginábamos un pequeño laberinto colocado en un extremo, o algo así. Yo pensaba en qué sentido tenía un laberinto en el suelo de una iglesia, y todavía no sé muy bien qué pinta allí. Además, según supimos, está allí desde que se construyó, hace muchos siglos. En la fotografía de abajo está el centro del laberinto.  

Un dragón como el de Juego de Tronos

En la catedral de Estocolmo (que se llama Storkyrkan) me encontré con este enorme dragón al que mata San Jorge. Es una estatua grandísima, y el dragón me recuerda mucho a los que aparecen en la serie Juego de Tronos. La estatua tenía muchos detalles, como que el dragón atraviesa la tripa del caballo con sus garras. O la cara de niño de San Jorge, que parece que no está haciendo el menor esfuerzo. También me llamó mucho la atención que hubiera en esta catedral un barco colgando. Debe ser porque Estocolmo, que en realidad es un montón de islas juntas, estaba muy acostumbrada a la navegación. 

Nubes de algodón en Pamukkale


Si alguien me pregunta cuál es el sitio más alucinante en el que he estado, les diría que en el castillo de algodón de Pamukkale, en Turquía. Un agua caliente va cayendo desde lo alto de la ladera por unas piscinas naturales, como tacitas que se llenan de agua, que se han formado no sé muy bien por qué fenómeno natural. Y por si eso fuera poco, al llegar arriba están las ruinas semienterradas por el algodón de una antigua ciudad romana llamada Hierapolis. 




Dánae recibiendo el oro

Recuerdo un paseo larguísimo por Viena, una ciudad de espacios enormes. España había ganado la Eurocopa del 2008 hacia dos o tres días, y había muchas calles cortadas y eso nos obligó a dar grandes rodeos. Y luego, encima, otra larga caminata por los pasillos de un museo. 

Este que se ve en la fotografía era el Museo de Historia del Arte de Viena y, a pesar del cansancio, este cuadro me gustó mucho. Luego mi padre me contó la historia de Dánae, que me pareció rarísima. 

Flores frescas en la tumba de Stalin

Hicimos cola en la famosa Plaza Roja de Moscú para contemplar la momia de Lenin. Mi padre estaba muy emocionado, porque iba a estar a unos pocos metros del personaje histórico más influyente del s. XX (eso decía). A un primo se le echaron unos soldados encima por sacar una foto a la momia, que estaba prohibidísimo. A mí me sorprendió mucho que hubiera flores frescas en la tumba de Stalin, que está al lado del mausoleo de Lenin. 

Por lo visto, todavía hay gente que le recuerda con cariño.

Un largo, y apasionante, camino por delante

Dice mi padre que no quiere irse de este mundo sin haber hecho a pie el Camino de Santiago. Creo que se refiere al tramo que comienza en Roncesvalles, porque el Camino es mucho más largo, como se ve en esta indicación que encontré en la ciudad francesa de Chartres. Todo un camino por delante. 

Desde un claustro de Mont Saint-Michel

Desde uno de los claustros de Mont Saint-Michel me puse a mirar la llanura de Bretaña, allá por la Semana Santa del 2012. Mont Saint-Michel es un lugar diferente, como un amontonamiento de edificios que quedan aislados cuando sube la marea. Es mucho más que lo que parece desde lejos, casi una ciudad. 

La bandera de Grecia, en Santorini


No es extraño que la bandera de Grecia sea azul y blanca. El azul del cielo y el blanco de la cal. Santorini es una isla que fue totalmente destruida por la erupción de un volcán. La caldera del volcán ahora está llena del agua del mar, y en las orillas de la caldera, al borde de un enorme precipicio, vive la gente. Cuando yo estuve por allí, en el 2012, el ambiente era un poco triste, por la crisis económica. Pero el paisaje era precioso. 

El cementerio de Colón, en La Habana

En el verano de 2015 estuve en La Habana. Cuba es un país precioso, aunque todo está viejo y abandonado. Uno de los lugares más cuidados y elegantes es el cementerio de Colón. Es enorme, y casi todas sus tumbas son de mármol, con estatuas y muchas flores. Casi todas las provincias españolas tienen como una capilla o un panteón particular. Era como una ciudad, con sus calles ordenadas, sus avenidas con árboles. Como si vivieran mejor los muertos que los vivos. 

Paseando por los Picos de Europa

Pasean charlando como si fueran por una calle de Gijón. Pero estaban en medio de los Picos de Europa, no muy lejos de Fuente De.

Un teatro gigante, el mejor del mundo, para una obra de teatro tan pequeña.






¿Hay alguien ahí?

Siempre existe la duda de si habrá alguien al otro lado del teléfono. 

Cuando te vas muy lejos te gusta contar lo que has visto. 

Aquí voy a ir poniendo un breve comentario de algunos viajes que tuve la suerte de hacer y de otros que tal vez haga en el futuro.

Fotos en las que salgo yo, y también fotos hechas por mí. 

Los viajes, al final, son el recuerdo que va quedando de los viajes.

Aquí estaba en Londres, en el verano de 2010. Y me di cuenta de que hay cosas que existen de verdad, como el Big Ben, a pesar de haberlas visto tantas veces en los libros o en televisión.