En el centro del laberinto

El palacio de Cnossos, en Creta
Según la mitología griega un hijo del rey Minos era mitad toro mitad hombre, y por eso se le llamó el Minotauro. Como era un ser monstruoso, el rey encargó a Dédalo que construyese un laberinto del que no se podría salir de ninguna manera. Tan bien hecho estaba que el propio Dédalo solo pudo salir de él volando, con su hijo Ícaro. 


La cuestión es que nadie creía que todo ese cuento tuviese algo de verdad, hasta que los arqueólogos encontraron el palacio de Cnossos, en Creta. Estuvimos toda la mañana por allí, con un calor sofocante. El palacio tiene forma de laberinto, y en una pared aparece pintado un toro. 

Una pintura con un gran toro, en Cnossos

No hay comentarios:

Publicar un comentario